Tadao Ando – El Desafío
El Centre Pompidou ha dedicado una gran exposición retrospectiva al arquitecto japonés Tadao Ando, gran figura de la arquitectura contemporánea.
La exposición cuestiona los principios de la creación de Tadao Ando, como el uso del hormigón liso, la preeminencia dada a los volúmenes geométricos simples, la integración de elementos naturales en sus dispositivos espaciales, como la luz o el agua, o la importancia que concede a la intensidad de la experiencia corporal generada por su arquitectura.
Cautivado por la arquitectura, Tadao Ando (1941, Osaka, Japón) abandonó su carrera como boxeador en 1965 y se embarcó en una travesía mundial iniciática para formarse como arquitecto. En 1969 creó su propia oficina en Osaka, donde desde entonces lleva a cabo una arquitectura sobria y refinada, que se nutrió de la tendencia de los años 70, marcados por la arquitectura tecnológica.
En el origen de sus creaciones, Tadao Ando interroga los diferentes aspectos característicos de su obra y, en particular, la razón de ser de la arquitectura: “Considerando que son los hombres quienes la usan, la arquitectura mantiene profundos vínculos con el cuerpo… Es necesario que la arquitectura celebre la alegría en la vida de los hombres. De lo contrario, nuestro cuerpo no se siente atraído por ella”. Asimismo, ante la cuestión de cómo hacer arquitectura, sostiene: “al pensar en ella, llego al vínculo entre la dimensión, la altura, la superficie y los volúmenes tridimensionales”, y a propósito de la integración de la luz en sus creaciones: “Lo que sentí al observar las iglesias romanas… fue que solo la luz era esperanza. Creé la Iglesia de la Luz preguntándome si, al final, el símbolo de la comunidad no era la luz. La arquitectura también implica crear lugares para la comunidad. Al realizar mi arquitecturas me pregunto cómo podría diseñar cosas que permanezcan eternamente grabadas en el alma de los hombres.
“Creé la Iglesia de la Luz preguntándome si, al final, el símbolo de la comunidad no era la luz. La arquitectura también implica crear lugares para la comunidad. Al realizar mi arquitecturas me pregunto cómo podría diseñar cosas que permanezcan eternamente grabadas en el alma de los hombres”.
Tadao Andao
Iglesia de la Luz – Fotografía Mitsuo Matsuoka
Dibujo de la Iglesia de la Luz – Fotografía Tadao Ando Architect & Associates
Tadao Ando ha recibido numerosos premios y honores internacionales, incluyendo el prestigioso Premio Pritzker de Arquitectura en 1995. A lo largo de sus cincuenta años de carrera, lleva construidos más de 300 proyectos en todo el mundo. La retrospectiva recorre los diferentes períodos de su carrera arquitectónica, destacando una serie de obras decisivas: La casa Azuma, en Sumiyoshi (1976), Naoshima (desde 1988 hasta la fecha), la Iglesia de la Luz (1989) o la Bolsa de Comercio de París (otoño de 2019), presentadas en una escenografía diseñada por Tadao Ando y realizada en colaboración con su agencia.
La exposición consta de cinco secciones que ofrecen una lectura completa de la obra de Tadao Ando. Una selección de documentos originales –180 dibujos y 70 modelos y proyecciones de diapositivas– permiten seguir la evolución del lenguaje arquitectónico y artístico del arquitecto japonés.
FORMAS PRIMITIVAS DEL ESPACIO
Para Tadao Ando, las superficies no son espacios: deben desaparecer para dar lugar a la experiencia espacial. Los muros de hormigón liso, reducidos a su extrema simplicidad, adquieren vida con la luz y producen en el visitante una sensación de vacío. El espacio disponible conduce a una experiencia física y sensible de la arquitectura, que puede ser aprehendido por el cuerpo y la mente (shintai). Desde sus primeros proyectos de viviendas (Casa Azuma en Sumiyoshi, 1976) hasta las obras de los años 90, la afirmación de las formas geométricas, la presencia elementos permanentes como la luz y el agua como materiales esenciales de su arquitectura, parecen responder a la noción japonesa de Ma (間) –que vale por intervalo, pausa, duración– y enfatiza esa condición esencial del hombre.
EL DESAFÍO URBANO
Ante la industrialización de la construcción y el crecimiento exponencial de las ciudades, Tadao Ando procura devolverle a la arquitectura su carácter público, en el sentido de que debe ofrecer a todos la sensación de ocupar el espacio-tiempo. El concepto de “guerrilla” (Casas para la Guerrilla Urbana, 1973), que puede encontrarse luego en la Casa Azuma en Sumiyoshi, establece por su espacio privado cerrado, un acto de resistencia frente a la urbanidad.
En paralelo a la realización de varias viviendas unifamiliares, los proyectos de mayor envergadura se multiplican en los 90, donde el arquitecto japonés desarrolla una nueva relación de continuidad con la ciudad a través de la creación de pasajes –como ampliaciones de la calle– preservando al mismo tiempo la autonomía de los edificios. Para Tadao Ando, la ciudad es un desafío que la arquitectura debe asumir dando sentido a los lugares y redefiniendo las nociones de espacio público y de espacios para el público.
NAOSHIMA
Desde 1987, en la isla de Naoshima, en el sur de Japón, Tadao Ando desarrolló una serie de proyectos que reconfiguraron profundamente la topografía del sitio, creando un nuevo entorno en el que surge un paisaje “renaturalizado”. La realización de un museo de arte contemporáneo, parcialmente enterrado entre una colina en el sur de la isla y un promontorio rocoso que ofrece una vista panorámica única de todo el sitio, formó la base de sucesivas intervenciones sin un plan maestro, en un diálogo entre arte, arquitectura y territorio, resultado de intercambios y de la consideración de la cultura tradicional del sitio. La inscripción de los proyectos de Tadao Ando establecen una geometría vinculada directamente con la topografía y los contornos de la isla, una arquitectura a menudo subterránea que define un recorrido espiritual, un viaje que exalta el sentido de la incorporación del arte en la naturaleza.
GÉNESIS DEL PAISAJE
Con la expansión de las zonas urbanas, la cuestión del territorio y la reconstrucción del paisaje pasó a formar parte de muchos de los proyectos de Tadao Ando, adquiriendo la forma de una fuerte consideración por el suelo, penetrado por espacios y circulaciones subterráneas organizadas en capas, multiplicando las vistas para reforzar el sentido de contexto y de especificidad de cada sitio. Lejos de cualquier arquitectura del paisaje, Tadao Ando estudia cuidadosamente todas las cualidades naturales, históricas y sociales de los sitios con el fin de mejorar la memoria de las comunidades que los conforman y actualizar su identidad, enriqueciéndolos con nuevas dimensiones. El ejemplo más llamativo de la génesis de los nuevos paisajes sigue siendo la serie de proyectos desarrollados a lo largo de treinta años, como Awaji-Yumebutai (1999) y el Museo SAN (2012), que dan cuenta de la rigurosa remodelación de territorios a gran escala.
DIÁLOGOS CON LA HISTORIA
La permanente predilección de Tadao Ando por los contextos lo llevó con frecuencia a trabajar en sitios y edificios históricos, y a construir sobre lo “ya construido”. Fascinado por muchos monumentos importantes que jalonaron la historia de la arquitectura, desarrolló un enfoque único para la renovación de edificios antiguos, signado por el respeto a la memoria y el espíritu del lugar. Al mismo tiempo que preserva y potencia el poder evocador de estas arquitecturas, sus intervenciones tienen la capacidad de establecer espacios contemporáneos totalmente nuevos. A partir del diálogo con momentos de condensación histórica, su arquitectura se fortalece al establecer nuevos vínculos entre pasado, presente y futuro. Este enfoque se refleja en varios logros, entre ellos el de la Bolsa de Comercio, que actualmente está terminando en París.
Los extractos del texto curatorial que integran esta nota, traducidos al español por nuestro equipo editorial, provienen de un catálogo que presenta la obra del arquitecto a través de más de 70 proyectos. El estudio se nutre de tres carpetas que contienen fotografías en blanco y negro del arquitecto, sus dibujos a lápiz y diarios de viaje, fuente de inspiración para sus primeras creaciones, exhibidas en la exposición y reproducidas por primera vez.
El catálogo contiene, además, una larga conversación entre Frédéric Migayrou y Tadao Ando.
Esta obra colectiva se publica bajo la dirección de Frédéric Migayrou, comisario de la exposición. Coedición Flammarion-Editions du Centre Pompidou-Bourse de Commerce / Collection Pinault – Paris.
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