Refugio Fleinvær

El refugio Fleinvær es una residencia para artistas situada en el archipiélago de Fleinvær, en el norte de Noruega. El proyecto surgió luego de que el músico y compositor Håvard Lund contactara a Tyin Tegnestue Architects, quienes a su vez se vincularon con Rintala Eggertsson Architects para colaborar en el diseño y la construcción del proyecto.

En la primera etapa de diseño, todas las partes involucradas en el proyecto concordaron que un fragmento de naturaleza tan vulnerable, delicado y arquitectónico como el archipiélago debía protegerse de la presencia de máquinas excavadoras y de demolición a través de la planificación y reorganización del programa.

En consecuencia, se decidió que cada una de las funciones contara con un edificio propio: el sauna en un muelle junto a la costanera, las cabañas principales al pie de la colina, el espacio de trabajo en un hueco de la ladera y, para completar la composición con una referencia vernácula de los indígenas Sami del área, se implantó una njalla –una pequeña cabaña ubicada en la parte superior de una columna– con vista hacia el grupo de construcciones y el horizonte.

Esta organización no es nueva para el lugar: la mayoría de los pueblos pescadores han adaptado la ubicación, uso y forma de los asentamientos, de acuerdo con la capacidad del terreno de albergar instalaciones artificiales y en función de la dirección de los vientos. Estos factores decisivos han ayudado a las personas a prosperar a lo largo de los siglos en el arduo clima de la costa noruega, y a vivir en armonía con la naturaleza.

El refugio se ha convertido en una importante fuente de ingresos para la comunidad de treinta personas que vive en las islas, ya que muchos de sus habitantes contribuyen de manera directa o indirecta con el funcionamiento de la residencia.

El enfoque pragmático, vinculado a la organización del grupo de cabañas, se abordó en cuatro talleres separados para diseñar y construir las estructuras. El foco en la intervención mínima fue similar al anterior, y enfatizó el hecho de que los materiales de construcción debían ser transportados a la isla y, una vez allí, trasladados manualmente al lugar.

A partir de esta restricción se eligió la madera como elemento constructivo principal dado que, además de ser un material sustentable y libre de emisiones de dióxido de carbono, puede trabajarse in situ, algo que se traduce en un bajo impacto ambiental y en menores costos de producción y mantenimiento.

No caben dudas de que los arquitectos dependen constantemente de la mano de obra especializada. En este sentido, la localización del proyecto supuso un gran problema, pero por fortuna se pudo emplear a dos trabajadores calificados que se trasladaron al archipiélago y permanecieron allí hasta el final del proceso de construcción. Andy Devine, un arquitecto y carpintero de Melbourne, Australia, y Ruben Stranger, un carpintero local, no solo tuvieron en cuenta las ideas que propusieron los arquitectos y los estudiantes, sino que también contribuyeron con soluciones propias, basadas en la experiencia acumulada a lo largo de los años.

El refugio de Rintala Eggertsson Architects se publicó junto con proyectos de seis oficinas de arquitectos noruegos acompañados de un texto introductorio de Francisco Kocourek. ¡Encontrá más información sobre Prácticas en Oslo en PLOT 46!

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