Pizzicarola
Pizzicarola es un local gastronómico que abrió sus puertas a principios de 2022, y está situado en el barrio romano de Monteverde. La tienda, creada para responder a las necesidades cambiantes vinculadas con la experiencia de comprar comida en la realidad post-pandémica, pretende redefinir una tipología consolidada, además de ampliar las posibilidades simbólicas y sociales de la comida entre los clientes, el espacio y los productos.
En este sentido, el sector comercial se abre a la calle a través de dos grandes ventanales, enmarcados en una retícula metálica. Los paneles se continúan en el interior y definen el perímetro, cubriéndolo por completo. De este modo, la rejilla se convierte en un revestimiento, en un mueble, en una lámpara, y dota al sitio de su carácter distintivo al tiempo que construye la infraestructura del sistema de exposición modular que se desarrolla a lo largo de las paredes, y libera por completo el interior de la tienda.
En el centro hay una larga mesa de chapa plegada, de 300 x 70 centímetros, flanqueada por cuatro bancos móviles. Durante el día, los elementos se utilizan como mostradores para exponer frutas y verduras, mientras que por la noche el mobiliario se libera de la mercancía y se usa como asiento y mesa social. Además, se lo utiliza para cócteles, degustaciones o cursos.
El uso de materiales industriales como el acero inoxidable, las rejillas y las cortinas de PVC de colores, son una referencia y homenaje a la estética establecida de los lugares de consumo convencionales y al mundo técnico de la producción de alimentos. Por otro lado, la fuerte conexión con la calle, la cortina metálica inclinada sobre la vitrina del frigorífico y las mesas móviles son elementos que recuerdan la lógica del mercado. El proyecto, por tanto, trabaja sobre elementos ambiguos y de doble función, como el sistema de cobertura / exposición o la mesa / mostrador, que corresponden a la hibridación de las funciones y modos de uso del espacio.—
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