Mercado de Bruselas

Por definición, los mercados son un condensador social donde se diluyen los límites de clase, idioma, y muchos otros factores posibles, y en el que el intercambio se constituye como el objetivo principal. A pesar de la proliferación de supermercados, hipermercados y centros comerciales, el mercado subsiste por su historia. Forma parte de la sociedad desde que la humanidad comenzó a intercambiar bienes y sus orígenes se remontan a Babilonia, Egipto, y luego a Grecia y Roma. En la actualidad existen mercados de gran escala en todas las ciudades importantes del mundo que convocan a cientos de miles de personas todos los días.

El Mercado de Bruselas se encuentra en un barrio de inmigrantes, a menos de 2,5 kilómetros de la estación central de la ciudad. El proyecto incluye instalaciones de producción industrial de carne, diferentes tipologías de puestos de venta, logística, estacionamiento y una granja comercial, ubicada en la terraza, con programas de venta minorista y un restaurante “de la granja a la mesa”.

El edificio del mercado, inaugurado en junio de 2015, fue el primer paso arquitectónico hacia la realización del plan para el Meat Market District, que describe la conversión gradual de un matadero industrial en un entorno urbano mixto.

El proyecto buscó darle presencia cívica a algunas comunidades que operaban de manera informal y parcialmente oculta. Así, la arquitectura del mercado representa mucho más que un edificio y cumple un nuevo rol social. En la actualidad, casi el 60% de los habitantes de Bruselas son extranjeros, y la desigualdad está en su máximo histórico. Por este motivo, la capital belga lucha por definir un espacio común con aspiraciones compartidas que no dependa de los intereses o la hegemonía de un solo subgrupo dentro de la totalidad de la población. La búsqueda de una nueva identidad social fue uno de los motores que guiaron la arquitectura y el urbanismo propuesto por ORG Permanent Modernity.

Según Adorno “La arquitectura digna de los seres humanos considera a los hombres mejores de lo que realmente son”[1]. Con esta premisa en mente, ORG se esforzó por crear una arquitectura optimista con respecto a las posibilidades de combinar el pluralismo cultural con una reivindicación de los valores fundamentales que puedan compartirse a través de todo el espectro de la diferencia social.

[1]Architecture worthy of human beings thinks better of men than they actually are”. Adorno, Theodor, “Functionalism Today”, transcripción de la conferencia “Zum Problem des Funktionalismus heute” realizada en 1965 en la Akademie der Künste at Hanseatenweg.

Los mercados simplifican las relaciones humanas en transacciones mutuamente beneficiosas, diluyendo las fricciones que pueden resultar de la diversidad cultural de los protagonistas. La arquitectura puede dotar a esta acción de un nuevo sentido de dignidad; es capaz de potenciar la dimensión ritualista de la transacción y convertir algo cotidiano en un hecho cultural.

El almacén industrial ofrece flexibilidad y anonimato desde lo arquitectónico, y su construcción es más accesible en términos de costos. La aparente falta de identidad específica que plantea esta tipología potenció una nueva exploración en cuestiones de pluralismo. Esto, junto con la inspiración proveniente de la obra suprematista White in White, de Kazimir Malevich, derivó en una propuesta compositiva abierta e indeterminada, que diluye los límites entre fondo y figura, plaza y cuidad, edificio y entorno.

A partir de esto se generaron una serie de iteraciones entre los pórticos, que resultaron en un sistema llamado “paneles platónicos”. En vez de entender estos elementos desde el punto de vista de la ingeniería, como una composición de columnas y vigas, se presentan como planos abstractos recortados.

Para lograr este nivel de abstracción fue necesario eliminar todos los detalles, simplificando especialmente el diseño de las articulaciones entre las partes. El sobredimensionado de los pórticos permite enfatizar aún más la idea de plano abstracto, transformándolo en un plano de fondo que permite que la escenografía de la vida del mercado ocupe el centro de la escena.

El Mercado de Bruselas fue publicado en PLOT 38.

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