Hotel Vista

El conjunto, ubicado en el límite sur de la ciudad de Villa Gesell, es un hotel de verano, con sus habitaciones, zonas comunes y áreas de spa. El programa está dispuesto en cinco plantas: un nivel intermedio de acceso, donde se sitúan la recepción, habitaciones, la cocina y la cafetería; un nivel inferior para salón de usos múltiples, vestuarios y cocheras; dos niveles superiores de habitaciones, y un último nivel de habitaciones, spa y áreas técnicas.
El nivel superior de spa se prolonga hasta el nivel de la cubierta, donde se encuentran el solárium y la piscina exterior. La solución consiste en una plataforma niveladora que recibe el volumen del hotel. Retirado de la calle, se eleva desde la plataforma a la espera de otras arquitecturas que se realicen en el futuro. La plataforma equilibra el volumen vertical del hotel con la escala del entorno, asumiendo su condición de zócalo.

La distribución parte de la lógica de que todas las unidades cuenten con buena vista al mar, lo que se resolvió colocando todas las habitaciones en un mismo sentido, tanto las que se encuentran frente al mar con el aventanamiento en el lado menor y las habitaciones laterales en el lado mayor, para que dispongan de una vista en escorzo.

El edificio posee un basamento a modo de proa, que avanza sobre la pendiente, responsable de la presencia notoria del hotel desde el exterior; el acceso está ubicado en el lado opuesto, vinculado al mar, para luego tener una posición privilegiada sobre el entorno. La premisa para ordenar las relaciones visuales fue que el océano solo pudiera verse desde las habitaciones, y el entorno solo desde las circulaciones.

Unificando programas hacia el exterior, se procuró que todas en todas las circulaciones el visitante estuviese en relación directa con el exterior. Se definió una única unidad de habitación; al baño se sumó una kitchenet que, según la orientación, solo modifica el programa de apoyo, logrando una variación de relaciones internas en la propia habitación, así como en las relaciones generales. Se trató de llevar a cabo un replanteamiento claro, una volumetría sin disonancias y una fachada tipo contenedor capaz de diluir la ubicación de habitaciones, baños y circulaciones, en una calle donde los chalets “californianos” exhiben con dignidad su esplendor de los tiempos pasados.—

¡Hacé click acá para saber más sobre nuestro último número y acá para suscribirte con un 20 % de descuento y envío gratis!

Post a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *