Guardería en Route de Frontenex
Un antiguo edificio viviendas de 1868, construido sobre la calle Route de Frontenex (Suiza), fue transformado en una guardería. El proyecto original, que se integra al tejido urbano histórico de Ginebra, constaba de tres plantas residenciales dispuestas sobre una planta baja semienterrada, destinada a usos industriales. Por otra parte, contaba con dos pabellones anexos, de menor altura y perpendiculares al edificio, que consolidaban un patio y un jardín trasero.
Años después, la propiedad fue adquirida por la ciudad de Ginebra y sufrió varias transformaciones. En 2014, se convocó a una licitación para un proyecto que incorporara una guardería y no afectara las plantas superiores residenciales. La propuesta ganadora, concluida en 2021, fue la del estudio Lacroix Chessex.
El proyecto se adapta a las estructuras preexistentes, protegidas por su carácter patrimonial. En consecuencia, desde el exterior no puede apreciarse ningún rastro de intervención contemporánea. En cuanto al interior, se prestó especial atención a la mejora de las conexiones intersectoriales, a la optimización del espacio abovedado de la cubierta y a la relación con el patio exterior.
El complejo cuenta con dos accesos principales, que se dan a través del patio central. Desde allí también se puede acceder a los pabellones laterales, que cuentan con espacios de servicios complementarios a la guardería.
Para la planta baja se enfatizó la distribución de los espacios en función de los diferentes grupos de edad: la zona para los niños más pequeños está situada alrededor de un núcleo central en el lado del parque. Los niños mayores, que salen regularmente de excursión y practican actividades más dinámicas, permanecen en contacto con el espacio del patio más urbano.
El espacio abovedado de la planta baja cuenta con grandes ventanas que dan al patio, y se utiliza como zona de recepción y comedor para los niños. En lo alto, bajo el techo, se dispuso una amplia sala de juegos.
Asimismo, se añadieron pisos en tonos rosas pastel y mobiliario celeste que combinan con la estructura de hormigón y los muros pintados de blanco. La gama de colores añade vida a los espacios al tiempo que se integra a la estructura original.
Una escalera y ascensor conducen hacia los tres pisos destinados a las viviendas. Si bien las unidades conservan la distribución dada por los muros originales de mampostería, sus interiores fueron renovados por completo.
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