Escuela en Guécélard

El proyecto para la ampliación de la Escuela en Guécélard reintepreta el lenguaje constructivo ordinario de los edificios existentes de 1977 y 1987, definidos por muros perimetrales de mampostería y medias cerchas de madera y metal. El nuevo edificio está compuesto por bloques de mampostería (que reúnen los baños, los vestuarios y depósitos) que participan en el arriostramiento de la estructura sobre la que descansan medias cerchas de 8 metros de luz.

El patio, formado por los diferentes cuerpos de los edificios es el elemento esencial de la escuela, determina su primera cualidad. La implementación de un programa sustancial de 580 metros cuadrados debía necesariamente invadir este espacio para el desarrollo de las actividades de los niños. Así, un edificio en ángulo recto con el edificio norte, centrado en este patio, conecta y unifica las diversas estructuras del grupo escolar René Cassin en torno a una sola entidad no construida: el patio de la escuela primaria.

La nueva construcción protege el patio de las molestias de la calle y de la visibilidad del espacio público, al tiempo que crea un antepatio y ofrece una entrada real al edificio público, donde los padres y madres se encuentran y esperan a sus hijos. Al reinterpretar la relación de las casas con la calle a través del jardín, el diseño también permite la inserción en el tejido suburbano vecino.

Un volumen compacto, de 16 metros de ancho, conecta todas las cubiertas. La cubierta principal se extiende mediante grandes voladizos que dan la vuelta a las edificaciones existentes y unifica el grupo escolar mediante una galería continua que permite el resguardardo de la lluvia o la protección del sol.

El sistema propuesto, unido a una organización escalonada de los bloques de mampostería, libera grandes volúmenes que pueden subdividirse fácilmente mediante tabiques ligeros. Al igual que estos espacios interiores, se proyectó un único gran patio cubierto, que puede utilizarse como una sala polivalente adicional, para actividades deportivas u otras reuniones escolares especiales. A su vez, también se establece un segundo patio entre el vacío y el jardín.

Dependiendo de la temporada, la ventilación de la escuela varía entre un sistema mecánico y uno natural. Durante los períodos de poca insolación, los compresores aseguran la renovación del aire según las tarifas reglamentarias. Cuando brilla el sol, interviene la ventilación natural: la energía solar se irradia a través del acristalamiento de las tres chimeneas solares y eleva la temperatura de los ladrillos y el aire en las cavidades.

Se forma así un diferencial de presión entre el aire de las aulas y el contenido en las chimeneas: al ser más ligero, el aire caliente escapa por las aberturas norte instaladas en el punto más alto y generará un fenómeno de succión de aire de las aulas. Abrir una ventana acelerará entonces este movimiento ascendente: una corriente de aire nace en las aulas, atraviesa la sala de té y los baños, sube calentándose por la chimenea y finalmente escapa por las aberturas norte.—

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