Casa Kuvo
En 2021, el estudio de arquitectura Stanaćev Granados recibió el encargo de diseñar una residencia en Matanzas, una localidad costera chilena famosa por sus deportes acuáticos. El cliente buscaba una vivienda de 70 m2, dos habitaciones y dos baños, dirigida a un público joven. Se requería que fuese económica y de dos niveles para aprovechar las vistas al mar.
La Casa Kuvo, un prisma de 6 x 6 x 6 metros, muestra una apariencia abstracta y aparentemente desligada de su entorno. Su diseño, con fachadas y aberturas cuadradas alineadas con el volumen, aborda necesidades específicas. Hacia el sur y el poniente, resguarda la casa del viento, el sobrecalentamiento y la pérdida de calor, mientras se protege de miradas vecinales. En contraste, las caras norte y oriente se abren al sol matutino y a vistas panorámicas, priorizando la iluminación y la perspectiva desde el interior.
La elección de revestir la casa con blanco tiene una dualidad: realza la forma con contrastes de luz en días soleados y crea la ilusión de desvanecerse en los momentos de neblina costera, común en la región, que se desplaza desde el mar hacia el interior. Esta estrategia busca acentuar la presencia en condiciones lumínicas favorables y fusionarse con el entorno en momentos de atmósfera neblinosa, ofreciendo una experiencia visual cambiante y única.
Dado su propósito vacacional y de alquiler, junto con su ubicación en una zona marina, se diseñó la casa con la idea de resistir un uso menos delicado y ser económicamente viable. La arquitectura propuesta se caracteriza por una construcción austera y una expresión material cruda que acepta de forma natural el desgaste con el tiempo. Esta elección se hizo para garantizar durabilidad y resistencia, adecuándose al ambiente marino y a las necesidades de mantenimiento reducido en un entorno vacacional.
La casa fue concebida pensando más en los detalles en las decisiones generales que en la pequeña escala o la sofisticación. La madera se convirtió en el único material principal; el exterior se revistió con pino bruto teñido semi transparente, mientras que el interior se ornamentó con pino cepillado teñido sólido satinado, aprovechando la textura de la madera de manera distinta en ambos casos.
El programa se desarrolla en dos niveles, mediante la estrategia de compactar los servicios y equipamientos en el perímetro, liberando la mayor cantidad de superficie. De esta forma, el nivel inferior dispone de un único espacio abierto y flexible de salón, comedor y cocina, además de un baño y espacios de guardado.
En el nivel superior se sitúan los dormitorios y el baño principal. La escalera, llevada también al perímetro y semioculta desde la planta inferior, es una suerte de espacio dinámico regalado que se va abriendo hacia la propia casa y hacia el exterior a medida que se asciende.