Casa Comiteco

Casa Comiteco es la residencia de una pareja joven de arquitectos y, al mismo tiempo, un espacio comercial para talleres y cata de vinos. El edificio alberga los distintos programas y mantiene cierto grado de indeterminación espacial para dar pie a usos futuros. A su vez, cuenta con una terraza transitable que complementa el proyecto.

El lote está situado en una esquina y posee una pendiente pronunciada. La zona cuenta con una legislación específica de altimetría y densificación debido a su proximidad a la Sierra del Curral y al conjunto paisajístico de Pico Belo Horizonte, un área de preservación ambiental, registrada por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN) en el año 1960.

En su mayoría, el entorno presenta proyectos que Marcos Franchini y Nattalia Bom Conselho definen como “amnesias topográficas”, que presentan poca o nula relación con el terreno natural.

Por el contrario, el área intervenida por los arquitectos promueve espacios amplios e integrados al entorno, con grandes aberturas que enmarcan vistas panorámicas, aprovechando la ubicación del lote en uno de los puntos más altos de la ciudad.

Los programas están distribuidos en dos niveles. La planta baja posee una cocina y dos salones conectados con grandes mesas de trabajo. Allí, los dueños pueden trabajar de manera individual y organizar actividades con otras personas. El primer piso cuenta con otra cocina y articula una sala de estar y los dormitorios.

La fachada frontal presenta listones de madera dispuestos de manera vertical. Por su parte, la fachada lateral cuenta con listones dispuestos de manera horizontal, de aspecto más sobrio.

Desde la sala de estar se accede a una amplia terraza y a la azotea.

Si bien la planta baja se utiliza mayormente para trabajar, existe la posibilidad de integrar los dos niveles. Al mismo tiempo, existe la posibilidad de añadir un tercer piso, lo que permite que el edificio pueda transformarse y adaptarse a las necesidades de sus habitantes.

Los interiores cuentan con muros de bloques de hormigón, que hacen que las distintas maderas y colores del mobiliario se destaquen en el espacio. Todas las habitaciones cuentan con amplias ventanas que brindan iluminación natural.

Por su parte, la fachada noroeste consta de una serie de aleros, pérgolas y brises-soleils regulables, que protegen los interiores de los rayos del sol y, al mismo tiempo, permiten contemplar el paisaje.

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