Biblioteca Santa Cruz

El concurso para el proyecto de la nueva biblioteca del Colegio Santa Cruz, una institución tradicional de San Pablo, surgió durante el proceso de modernización y reestructuración de su campus. En este sentido, se decidió desarrollar un enfoque que integrara la biblioteca con el conjunto, favoreciendo las relaciones entre los distintos edificios y las áreas libres. Así, la intervención de Andrade Morettin Arquitetos Associados se centró en integrar el nuevo edificio con el entorno.

La comprensión de estas dinámicas fue decisiva para reorganizar y distribuir el nuevo programa. Adicionalmente, se decidió reforzar la planta baja de la biblioteca como un lugar de encuentro cualificado. Para ello, se dispusieron las actividades más reservadas en un generoso volumen elevado. El volumen superior se presenta como un espacio libre de doble altura, con gran flexibilidad, capaz de albergar distintos procesos didácticos, lo que resulta importante para una biblioteca en los tiempos actuales.

En la planta baja se dispusieron las salas de computación y las “salas de fabricación”, que forman un núcleo cerrado. Así, las actividades más concurridas tienen lugar fuera del espacio principal de la biblioteca, situado en el piso superior. La gran terraza cubierta y la arena se integran con los jardines de la escuela, y configuran espacios propicios para el estudio y la convivencia. El entrepiso alberga las áreas administrativas y de control.

El núcleo de circulación y servicios se completa con zonas técnicas, baños amplios y una sala de equipos de aire acondicionado de fácil acceso para el mantenimiento. Además, el núcleo está ubicado en la fachada, lo que permite que todos los ambientes cuenten con ventilación e iluminación natural.

Durante el proceso de proyecto, los arquitectos identificaron un rasgo notable en la ocupación del terreno: un patrón geométrico de urbanización y paisaje que derivó en el diseño del edificio a partir de formas simples y contenidas. Esta característica permite que el nuevo bloque se inserte en el registro espacial de la escuela de forma armoniosa. En consecuencia, el proyecto fue concebido como una sucesión de cuadrados y rectángulos capaces de albergar una variedad de actividades. Del mismo modo, su estructura forma parte de una red simple, sin grandes vanos, lo que produce una volumetría ligera y, al mismo tiempo, redunda en una construcción rápida y económica.

El sistema de construcción propuesto consiste en un número reducido de elementos industrializados: una superestructura mixta con perfiles de acero y placas de hormigón prefabricadas; cierres con marcos de aluminio y vidrio; tabiques interiores de placa de yeso y vidrio; y acabados con componentes también industrializados. La cubierta se simplificó al máximo utilizando una estructura metálica ligera y tejas termoacústicas.