Apartamento Copan D

El proyecto abarca uno de los pisos más grandes del edificio Copan, resultado de la unificación de dos unidades vecinas del bloque D, originalmente de tres dormitorios cada una. La premisa inicial de la obra fue la eliminación completa de la pared divisoria entre las dos habitaciones. Además, se demolieron parcialmente las paredes de los dos dormitorios adyacentes a los salones, lo que dio lugar a un espacio social con una fachada libre y curva de veinticuatro metros de largo, junto a los brises.

Al tratarse de un piso alto, se aprecia una vista panorámica de la ciudad, incluyendo la Sierra de Cantareira. La pared del núcleo de circulación, opuesta a la fachada, cuenta con un espejo que invita a encontrar nuevos puntos de fuga en el paisaje urbano.

La obra se extendió por todos los ambientes de las unidades, pero con diferentes niveles de intervención, divididos en dos sectores: el frente y el fondo, separados por la línea divisoria entre cocina y sala de estar.

En el sector frontal (compuesto por ambientes de mayor luminosidad y amplitud) se mantuvo la planta original prácticamente intacta, a excepción de la remoción de paredes en puntos esenciales para ampliar al máximo el área social y el encuadramiento con los brises.

Los dos dormitorios de los extremos se mantuvieron intactos, y los dos lavabos del fondo de los pasillos recuperaron su estado original. En toda esta área se mantuvo el piso de madera, restaurado y complementado, cubriendo también otras áreas del sector, incluyendo el hall del ascensor.

El techo de estuco original de la construcción fue reemplazado por un único revestimiento de escayola, que incorpora nuevos sistemas de automatización e iluminación LED, de modo de enfatizar la continuidad espacial con el sector posterior.

Además, se buscó adaptar el sector trasero a la vida cotidiana de los nuevos propietarios, ya que había sido alterado significativamente en comparación con el plan original. Para lograrlo, se utilizaron nuevas piezas de hormigón armado para reconstituir la fachada, especialmente diseñadas para imitar el formato original de los cobogós, alterados o dañados con el tiempo.

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