Complejo escolar Antoine de Ruffi
El complejo escolar Antoine de Ruffi ocupa un lugar estratégico en el acceso a un nuevo distrito en Marsella. Su implantación ofrece amplias vistas al tejido suburbano en desarrollo, con almacenes dispersos, silos, fábricas de jabón, grandes urbanizaciones de los años 70 y, a lo lejos, el Macizo de l’Etoile. Por otra parte, hacia el oeste puede divisarse el puerto, con sus enormes barcos, las torres diseñadas por Zaha Hadid y Jean Nouvel, y el movimiento continuo del viaducto de una autopista. Hacia el sur se aprecian los muelles, las nuevas urbanizaciones y un distrito comercial que marca el desarrollo del futuro barrio.
Los arquitectos limitaron la cantidad de componentes para garantizar características simples y perdurables, y asegurar un mantenimiento sencillo de las instalaciones. El trabajo minucioso sobre las fachadas dio lugar a la alternancia de partes de roca coquina y superficies lisas, mates y brillantes, lo que genera un juego de luces y sombras en las superficies.
El proyecto se articula con tres vías urbanas y limita con un terreno en construcción. En consecuencia, el programa se desarrolla en torno a un patio interior con dos elementos que lo separan de las calles: una plaza edificada cuya cara exterior, con sus profundos vanos, protege de la ciudad densa y ruidosa en los lados sur y este, y una columnata porosa hacia el lado del mar.
Las dos alas construidas se abren hacia una sucesión de balcones. Las fachadas poseen carpinterías corredizas que permiten acceder a los pasillos exteriores entre las aulas. Las aulas del jardín de infantes se abren hacia una zona de juegos en el patio, y las aulas de los niños de primaria se articulan en torno a un segundo patio
Una sala colgante en el último nivel da acceso a un patio de juegos de doble altura, que ofrece amplias vistas hacia el puerto, las torres de Jean Nouvel y Zaha Hadid que se elevan hacia el cielo, y el paisaje marítimo que se extiende hasta el pueblo de L’Estaque. Los arquitectos describen el espacio como una invitación a la contemplación y al sueño por parte de los niños.
La columnata de la fachada, construida sobre una retícula estructural de 1.20 m, ofrece protección solar de alto rendimiento para las exposiciones este y oeste. El juego de sombras que crea evoluciona con el paso del día y de las estaciones, animando y creando diversas situaciones en las zonas de juego. La columnata, porosa y protectora, enmarca las vistas del puerto, del viaducto del Arenc y del paisaje de la Côte Bleue.
La estructura de columnas y vigas de hormigón libera la planta, lo que genera una gran fluidez en la distribución de los distintos salones. Al mismo tiempo, permite reorganizar los espacios a futuro, de modo tal de readecuar sus usos a las necesidades de la institución.
Las circulaciones cubiertas y semicubiertas establecen el ritmo diario de los niños y son amplias, bien ventiladas y colmadas de luz. Los pasillos interiores de hormigón contrastan con las fachadas internas de las aulas, revestidas en madera, y cuentan con una serie de lucarnas lineales dispuestas sobre la cubierta, que brindan luz natural.
Los dos vestíbulos de entrada están equipados con grandes bancos de madera, que se curvan hacia arriba para revestir el techo. Algunas aulas también cuentan con paneles de madera, equipados con luminarias circulares, que realzan la tersura de las superficies y proporcionan otra dimensión a los volúmenes de gran altura.
El interior está formado por espacios cubiculares de paneles estructurales de OSB que articulan los programas, dividiendo la zona de día en planta baja y la zona de noche en primer piso. La materialidad, las proporciones de los distintos espacios y la ubicación de las aberturas, favorecen la percepción de la vivienda como un lugar íntimo y confortable.
Para generar sorpresa en los niños y contrastar con la envolvente de las fachadas exteriores, TAUTEM Architecture proyectó espacios interiores alegres y coloridos. Cada salón cuenta con un color distintivo, materializado en los paneles acústicos dispuestos en el techo, en las cortinas que filtran la luz y en los elementos que componen el mobiliario.
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