Alegorías de Ámsterdam
Mientras la ciudad de Ámsterdam se expande hacia el norte, respondiendo a las crecientes presiones económicas y sociales, el proyecto Alegorías de Ámsterdam propone reimaginar el área de Sixhaven como un dominio público y experimental donde descubrir y diseñar la identidad de la ciudad futura. Un puerto cubierto de agua está habitado por veintiún islas experimentales que reflejan poéticamente la identidad de la ciudad, sus sueños y obsesiones, sus deseos e idiosincrasias. Las islas se definen menos por sus programas que por la posibilidad que ofrecen a los seres humanos de relacionarse con animales, plantas y minerales, y por brindar nuevas oportunidades de descubrimiento, acción y aventura. El proyecto es un manifiesto que pretende dar forma a un nuevo tipo de dominio público, donde el placer se convierte, literalmente, en recreación: un espacio de acción, en vez de consumo pasivo, un lugar donde puedan emerger nuevos rituales cívicos junto a nuevas formar de habitar; un espacio en el que las personas no son consideradas usuarios, sino navegantes, granjeros, coleccionistas, cartógrafos y exploradores.
O r a n g e r i e h u n d i d a
La entrada se encuentra en la parte baja del terreno. Un camino de acceso bordea un pequeño lago y marca los límites de un muro de contención curvo de hormigón. Este muro alberga un espacio para coches y sostiene el rellano de la casa del cuidador.
R e l o j d e s o l
Unas escaleras hacia el cielo apuntan al norte. Ofrecen tanto vistas panorámicas como un reloj de sol. A medida que el sol se mueve en el cielo, su sombra se alinea con una serie de marcas horarias dispuestas en el lugar que indican el paso del tiempo.
C o s t a
Una monumental playa esconde un paisaje de techos de arena creando estructuras de pendiente oblicua. Una grúa habita en la arena y se mueve constantemente en el sitio, reconstruyendo la orilla sin cesar, transformando diariamente la playa y revelando partes ocultas de las casas holandesas allí enterradas. Un recuerdo de los pueblos perdidos de Dijk que solían poblar el norte de Ámsterdam, ahora localizados tierra adentro –como Nieuwendammerdijk– o amenazados por la densificación de la ciudad y el relleno de las costas de la Bahia del IJ.
T r e s c u a r t o s o s c u r o s
Entre las atmósferas perdidas de la ciudad, la oscuridad solo puede ser recuperada a través de la arquitectura. Tres salas subterráneas protegen de las luces de la ciudad y del campo.
E l p a l a c i o d e l a g u a
Dedicado a nadar en la Bahía del IJ, El palacio del agua es un recuerdo flotante de la antigua Casa de Baños Obelt, una pileta al aire libre en la orilla norte de la bahía, amada por muchos. Entre sus arcadas existen estanques para diferentes especies: humanos, aves zancudas y peces.
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